Título : | La azotea | Tipo de documento: | texto impreso | Autores: | Fernanda TRIAS | Editorial: | Bogotá : Laguna Libros | Fecha de publicación: | 2015 | Colección: | Colección Laguna Continental | Número de páginas: | 131p | ISBN/ISSN/DL: | 978-958-8812-39-7 | Idioma : | Español | Clasificación: | LITERATURA URUGUAYA NOVELA
| Resumen: | Recién publicada por la casa bogotana Laguna libros, La Azotea, de la uruguaya Fernanda Trías (1976) recoge en su liviano cuerpo de 131 páginas un relato inquietante y formidable sobre la familia. La primera edición del libro apareció en Montevideo en 2001 y ahora, luego de editarse en Caracas, llega a la colección Laguna Continental, con la cual esta editorial bogotana le abre un cauce a la circulación de libros que parecen sentirse más cómodos en editoriales pequeñas.
En La Azotea los personajes viven encerrados en un apartamento en lo que puede ser alguna ciudad uruguaya. En esta noveleta solo hay un mundo posible, el que ocurre dentro y controlado por Clara, la narradora. Después de la muerte de la esposa de su padre, Clara se ha encerrado en su apartamento por unos cuatro años con su hija, su padre y un canario, la voz que lo acompaña a él en el encierro de su alcoba de enfermo. Sin definir muy bien la amenaza que constituye el exterior, Clara mantiene el control sobre su espacio y sus habitantes hasta el extremo. A ratos desea que su hija vuelva a su vientre para que nunca corra riesgo, para que nunca entienda nada del mal que Clara ve afuera. La luz, incluso, entra a cuentagotas por los resquicios de las ventanas.
El signo de esta novela es la precariedad. No me refiero a su calidad, a que sea buena o mala (la novela es sólida y audaz en su particular mezcla de temporalidades), sino al mundo de la novela. Los personajes son, por más que contemos, cuatro, y todo se construye desde el relato de Clara, quien asigna su lugar a quienes viven con ella. Hay unos vislumbres de la ciudad, un par de salidas (a parir, al juzgado), y la azotea del edificio, que no es un mirador de la ciudad sino una especie de garita (desde donde se vela al enemigo) bordeada por el paredón de una iglesia “triste e inservible”, que “nadie elige para casarse”. La misma precariedad afecta el trato con su padre. Hay una terrible tensión entre ambos, algo que oscila entre el amor y la culpa más brutal. A partir de esa extraña relación con su padre, Clara nos va ofreciendo el relato de las circunstancias de ese momento crítico en que se abre y se cierra la novela: los cuerpos de su padre e hija, que “tapados y juntos parecían dormidos”.
Fernanda Trías mantiene el tono de su prosa conteniendo todo atisbo de ira de sus personajes. Ante el deterioro de su hogar, que a cada vuelta de página se va arruinando más, Clara nunca pierde el decoro. Nunca una grosería, aun cuando en nuestros oídos se martilla la palabra mierda cada vez que menciona la jaula inmunda del canario o nos recuerda que en su escasez le ha tocado reciclar los pañales de su hija y eso que ya no tiene servicio de agua. Habrá que exclamar esa palabra de tanto en tanto para desaturdirse de los sueños macabros y las imágenes brutales que configuran el relato de Clara. Sin otro punto de vista más que el de ella, salvo las ligeras vulnerabilidades que son su padre y Carmen, la vecina, Clara se encierra en últimas en su historia.
Quedan ganas de leer las otras publicaciones de Fernanda Trías. Todas las cuales han aparecido en editoriales chicas del cono sur y España (Brutas, Trópico Sur, Demipage) y dada su previsible ausencia en los anaqueles bogotanos, más vale que Laguna se anime a reeditarlas o que en esta Feria del Libro, en la que la autora está participando hablando en torno, me imagino, a eso que llaman Macondo, se puedan encontrar algunas. | Link: | ./index.php?lvl=notice_display&id=22769 |
La azotea [texto impreso] / Fernanda TRIAS . - Bogotá : Laguna Libros, 2015 . - 131p. - ( Colección Laguna Continental) . ISBN : 978-958-8812-39-7 Idioma : Español Clasificación: | LITERATURA URUGUAYA NOVELA
| Resumen: | Recién publicada por la casa bogotana Laguna libros, La Azotea, de la uruguaya Fernanda Trías (1976) recoge en su liviano cuerpo de 131 páginas un relato inquietante y formidable sobre la familia. La primera edición del libro apareció en Montevideo en 2001 y ahora, luego de editarse en Caracas, llega a la colección Laguna Continental, con la cual esta editorial bogotana le abre un cauce a la circulación de libros que parecen sentirse más cómodos en editoriales pequeñas.
En La Azotea los personajes viven encerrados en un apartamento en lo que puede ser alguna ciudad uruguaya. En esta noveleta solo hay un mundo posible, el que ocurre dentro y controlado por Clara, la narradora. Después de la muerte de la esposa de su padre, Clara se ha encerrado en su apartamento por unos cuatro años con su hija, su padre y un canario, la voz que lo acompaña a él en el encierro de su alcoba de enfermo. Sin definir muy bien la amenaza que constituye el exterior, Clara mantiene el control sobre su espacio y sus habitantes hasta el extremo. A ratos desea que su hija vuelva a su vientre para que nunca corra riesgo, para que nunca entienda nada del mal que Clara ve afuera. La luz, incluso, entra a cuentagotas por los resquicios de las ventanas.
El signo de esta novela es la precariedad. No me refiero a su calidad, a que sea buena o mala (la novela es sólida y audaz en su particular mezcla de temporalidades), sino al mundo de la novela. Los personajes son, por más que contemos, cuatro, y todo se construye desde el relato de Clara, quien asigna su lugar a quienes viven con ella. Hay unos vislumbres de la ciudad, un par de salidas (a parir, al juzgado), y la azotea del edificio, que no es un mirador de la ciudad sino una especie de garita (desde donde se vela al enemigo) bordeada por el paredón de una iglesia “triste e inservible”, que “nadie elige para casarse”. La misma precariedad afecta el trato con su padre. Hay una terrible tensión entre ambos, algo que oscila entre el amor y la culpa más brutal. A partir de esa extraña relación con su padre, Clara nos va ofreciendo el relato de las circunstancias de ese momento crítico en que se abre y se cierra la novela: los cuerpos de su padre e hija, que “tapados y juntos parecían dormidos”.
Fernanda Trías mantiene el tono de su prosa conteniendo todo atisbo de ira de sus personajes. Ante el deterioro de su hogar, que a cada vuelta de página se va arruinando más, Clara nunca pierde el decoro. Nunca una grosería, aun cuando en nuestros oídos se martilla la palabra mierda cada vez que menciona la jaula inmunda del canario o nos recuerda que en su escasez le ha tocado reciclar los pañales de su hija y eso que ya no tiene servicio de agua. Habrá que exclamar esa palabra de tanto en tanto para desaturdirse de los sueños macabros y las imágenes brutales que configuran el relato de Clara. Sin otro punto de vista más que el de ella, salvo las ligeras vulnerabilidades que son su padre y Carmen, la vecina, Clara se encierra en últimas en su historia.
Quedan ganas de leer las otras publicaciones de Fernanda Trías. Todas las cuales han aparecido en editoriales chicas del cono sur y España (Brutas, Trópico Sur, Demipage) y dada su previsible ausencia en los anaqueles bogotanos, más vale que Laguna se anime a reeditarlas o que en esta Feria del Libro, en la que la autora está participando hablando en torno, me imagino, a eso que llaman Macondo, se puedan encontrar algunas. | Link: | ./index.php?lvl=notice_display&id=22769 |
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